ELABORACIÓN
SELECCIONAMOS LAS MEJORES ANCHOAS DEL CANTÁBRICO
El proceso productivo de Conservas Ramos comienza con la materia prima más importante: la anchoa. Este pescado es cuidadosamente seleccionado y descabezado para dar inicio al proceso de elaboración. Una vez preparado, se reboza en sal, un paso crucial que contribuye a su conservación y desarrollo de sabor. Los bocartes así tratados se colocan en barriles, donde se someten a presión durante un período determinado hasta alcanzar su punto óptimo de madurez, el cual puede variar según diversos factores, como el método de pesca empleado.
LIMPIEZA MANUAL DE LAS ANCHOAS, UNA TAREA EXHAUSTIVA
El siguiente paso en el proceso productivo es la limpieza de las anchoas. Este proceso requiere precisión y destreza manual, ya que se deben cortar la tripa y la cola de cada anchoa con tijeras para prepararlas para su siguiente etapa.
La limpieza de la piel de las anchoas se realiza mediante un baño en agua a diferentes temperaturas. Aunque existen máquinas que pueden llevar a cabo este proceso de manera automatizada, Conservas Ramos prefiere un enfoque más tradicional y delicado. Optan por frotar manualmente los cestos de pesca en agua a temperaturas específicas, lo que permite eliminar la piel sin comprometer los valores nutricionales y sensoriales del pescado.
FINALIZANDO EL PROCESO: FILETEADO Y CONSERVACIÓN DE LAS ANCHOAS DEL CANTÁBRICO
Una vez fileteadas, las anchoas se colocan en latas y se añade el aceite, antes de sellarlas herméticamente para preservar su frescura y sabor.
El énfasis en el trabajo manual y artesanal en todas las etapas del proceso productivo es lo que distingue a Conservas Ramos. Esta dedicación a la calidad se refleja en cada lata de anchoas del Cantábrico que producen, asegurando que cada cliente disfrute de un producto excepcional en cada bocado.
Desde la selección de la materia prima hasta el envasado final, Conservas Ramos se compromete a ofrecer productos que superen las expectativas de sus clientes en términos de sabor, frescura y calidad.